sábado, 26 de julio de 2014

Capítulo 5: Avatar de la Luz contra Avatar de la Oscuridad



Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:

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-¡Yaaaaaa! ¿...?
-¿Qué...?

Abraham y Eleone cayeron con sus respectivas Llaves espada en nuevo territorio atacando a la nada, aunque no tardaron en oír una voz a sus espaldas.

-Mmm... Vosotros no eráis a quiénes quería llevarme. Pero me tendré que contentar.
-¡...! ¡Tú otra vez! ¿Por qué has vuelto?
-...
-Oí que se había colado un polizón en nuestro plan. ¿Sabes qué, Eleone? Nunca pensamos que llegaríais tan lejos. Lo estáis haciendo bien. Tan bien que me han mandado a acabar de una vez por todas con esto.
-¡...! ¿Qué... qué quieres decir?
-¿De verdad tengo que explicártelo?

Ante aquella amenaza Abraham se colocó delante de Eleone con ambas Llaves espada en guardia.

-No te acercarás a ella.
-Abraham...
-No necesito acercarme, os aplastaré desde aquí.
-¡...!

De repente la gravedad de la zona empezó a agravarse hasta el punto de que ambos sintieron comos sus piernas empezaron a doblarse.

-Ah... ¿Q-qué pasa...? N-no puedo mantenerme de pie.
-¿...? Eleone, aguanta.

Abraham aguantaba mejor la fuerza de aquello, pero Eleone en poco tiempo acabó de rodillas quejándose.

-Maldita sea, qué fuerza.
-No aguantaréis mucho más, me temo.
-¡Cállate!

Con aquel sonoro grito Abraham invocó a Bahamut que sacó a ambos de aquella zona volando en un momento, manteniéndoles en el aire, ligeramente lejos del Avatar de la Oscuridad.

-Gracias, Bahamut.
-De nada. Parece fuerte.
-Lo es... ¿Cómo estás, Eleone?
-Me-mejor... No... No podemos luchar tú y yo solos contra él, tenemos que huír.
-¿Huír? Y... ¿a dónde, Eleone?
-No podéis huír, así que ni lo intentéis.
-¿...? -¿...? -¿...?

La voz ahora vino de arriba y cuando giraron la cabeza vieron a aquel hombre bocabajo a escasos metros de ellos, el pelo le caía hacia abajo por la gravedad pero él parecía no tener problemas en mantenerse de aquella manera.

-No podéis escapar a mi poder.
-¡Cuidado!

Alzó las manos "hacia el suelo" y una nueva gravedad les hizo estamparse a los tres con una terrible fuerza contra el suelo, haciendo el dragón un tremendo cráter en el suelo por el choque a aquella potencia no tardando en desvanecerse por la pérdida de fuerzas dejando a Abraham y a Eleone tumbados en el suelo luchando contra aquella gravedad por no acabar aplastados.

-¡Ahhhhhhh!
-E-Eleone... ¡Mierda!

El Avatar fue bajando poco a poco aún boca abajo aplastándoles cada vez un poco más contra el suelo hasta que quedó de nuevo a escasos metros de ellos y redujo la potencia de su hechizo lo suficiente para mantenerles apresados y que no pudieran moverse.

-Ha sido mucho más fácil de lo que pensaba. Y yo que os había sobreestimado.
-Eleone, aguanta...
-Te-tenemos que hacer algo, Abraham.
-Ni-ni siquiera Bahamut ha puesto resistencia.
-La Luz no puede hacerle nada...
-Tiene que haber algo...

Finalmente bajó hasta el suelo sin dejar su hechizo y empezó a reírse ligeramente.

-¿Aún no os rendís? ¿Que podría hacer para que lo hagáis?
-¡Nada! ¡Nunca nos rendiremos!
-Eleone, yo... Perdóname... ¡Ahhhhhhhhh!

Una poderosa explosión de energía asoló la zona haciendo salir volando a Eleone de la alta gravedad y rompiendo el hechizo del Avatar de la Oscuridad que se vio sorprendido por aquello mientras Abraham se recuperaba y saltaba sobre él para volver a atacarle. Las dos Llaves espada hicieron contacto en su cuerpo golpeándole, y el Elegido comenzó un corto combo de golpes que acabó en un corte doble sobre la espalda del enemigo mandándole a volar, aunque el Avatar consiguió retomar el suelo con tranquilidad y sin una sola herida.

-No está mal... Ya empezaba a pensar que no haríais nada.
-¡Cállate, maldito! Has... Has hecho daño a Eleone. ¡No te lo perdonaré!
-A ver qué sabes hacer.

El combate empezó aunque el Avatar estaba jugando claramente con Abraham dejándole enseñar lo que sabía hacer con sus Llaves espadas mientras él esquivaba con sus tele transportes y bloqueaba las Llaves espada con un solo dedo sin dificultad. Eleone que había recuperado la consciencia, observaba todo aquello desde la distancia.

-A-Abraham... no... Tengo... Tengo que ayudarle. Múevete... ¡Muévete, Eleone!

La Avatar de la Luz consiguió levantarse a duras penas con la ayuda de su Llave espada, pero entre aquel ataque gravitatorio y la onda expansiva de Abraham la habían dejado bastante herida.

-Tengo que curarme, pero... A penas queda Luz en este Mundo.

Una luz amarilla rodeó a Eleone empezando a curar sus heridas levemente aumentando la velocidad de sus movimiento a medida que pasaba el tiempo y las heridas iban desapareciendo. Para cuando alcanzó a los dos combatientes, Abraham estaba perdiendo terreno, pero recibió el relevo.

-¡Me toca!

Eleone saltó y usando un tentáculo de Luz que surgió del suelo agarró de una pierna a Abraham alejándolo de la zona de combate y dejando a la reina a solas contra el Avatar de la Oscuridad que sonrió desafiante.

-Te has curado muy rápido, majestad. Veo que has aprendido a usar los poderes del Avatar en muy poco tiempo.
-Dime. ¿Por qué os hacéis llamar así? No teneís los mismos poderes que yo, ¿verdad?
-No. Claro que no. De hecho no nos hacemos llamar así, ese nombre nos lo puso Caos. Y si ni tú lo sabes...
-Caos... Pensé... Pensé que queríais que lo detuviera. Los Dioses Oscuros son vuestra debilidad.
-Lo son. Sí. Pero... Ese chico nuevo... Nos gusta menos que Caos.
-¿Jake? ¿Por qué queréis a Jake?
-No lo sé. Dímelo tú. Es vuestro aliado.
-No... Yo no le conozco. Ni siquiera...
-Mmm... Veo sinceridad en tus ojos, pero eso no cambia nada. Tengo que deshacerme de él y te has convertido en una verdadera molestia, Eleone. Supongo que podemos esperar que Keiro se encargue de Caos.
-Keiro... ¿Pu-puede él con Caos?
-Según nuestras últimas averiguaciones es muy posible.
-Vaya... Se ha... vuelto fuerte.
-Je, je, sí... Después de todo, es uno de los nuestros.
-...
-¿Estabas haciendo tiempo para terminar de curarte?
-N-no lo sé. Ni siquiera sé para qué estoy haciendo tiempo.
-Vaya, así que has aceptado el fin.
-No he dicho eso. No sé para qué hago tiempo, pero aún así...

¡BOOOOM! El Avatar de la Oscuridad no pudo ver como Madine aterrizaba sobre él dándole un terrible zarpazo en la espalda que le hizo hundirse en la tierra, por suerte se tele transportó antes de recibir una segunda embestida.

-Ja, ja... Vaya. Madine, ¿eh? Ha sido una buena estrategia.
-¿Estás bien, Eleone?
-Sí. Gra-gracias, Madine.
-No hay de qué, Eleone. Ocupémonos de este ser.
-S-sí.
-¿De verdad pensáis que vosotras dos solas podéis conmigo? Me parto de risa.

Mientras tanto, a casi un kilómetro de ahí, Abraham luchaba contra aquel tentáculo de luz indestructible que le tenía encadenado a la tierra.

-Nooo. ¡No! Maldito, tentáculo. ¡Suéltame!

Lo golpeó repetidamente con sus Llaves espada pero parecía ser en vano, la Luz de aquel Mundo no le dejaba soltarse.

-No, Eleone. ¿Qué planeas hacer tú sola? ¡Detente!

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-¿Cómo que es tu culpa?

Alexander zarandeaba a Jake del cuello de la camisa mientras Claudia intentaba detenerle.

-¡Contesta!
-¡Suéltale!
-No tenía que haber venido... ¡No tenía que haber venido!
-¡¿De qué coño estás hablando?!
-¡De mí! Yo... Si no hubiera venido esto no hubiera ocurrido. Tenía... tenía que haberme mantenido alejado. ¡Soy un idiota!
-¡No entiendo nada de lo que dices!
-¡Suéltale ya, Alex!

Alexander finalmente hizo caso a Claudia soltando a Jake y dejándole caer al suelo donde siguió quejándose de su estupidez mientras el general de Eclissis se llevaba las manos a la cara sin saber qué hacer.

-¿Dónde han ido? Se evaporaron. Tienen que estar en algún lado.
-Ya le vi hacer eso antes.
-¿Cuándo?
-En aquel Mundo oscuro. Keiro y Eleone le invocaron y desapareció. Creo que dijo que manipulaba el espacio.
-¿El espacio? ¡Eryn!
-¿Eryn?
-¡Ella también manipula el espacio!

Dijo Alexander alejándose del patio para buscar a la reina de Excálibur.

-¡Quizás pueda seguir el rastro del tele transporte!
-¿...?

Claudia no entendió mucho aquello así que se agachó para ayudar a Jake.

-¿Estás bien?
-No... No. Soy un estúpido.
-No es tu culpa. No sabías que pasaría esto. Y Eleone sabe cuidarse.
-¡No de él! No de él...
-¿...?
-Él... él la matará... Y yo...

Al decir eso el chico se quedó de piedra y se le abrieron los ojos como platos.

-Si ella muere... ¡No!
-¿Q-qué dices? Ella no va a morir. Tranquílizate. Abraham está con ella.
-¡Mierda, mierda, mierda!

El chico se levantó y salió corriendo en la misma dirección.

-¡¿A-a dónde vas?!
-Kuroi... él... él tiene que volver a ayudarme.

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La batalla entre Eleone y Madine contra el Avatar de la Oscuridad estaba bastante equilibrada. Equilibrada de momento, pues obviamente él no estaba luchando ni en serio ni a tope.

-Está jugando con nosotras, Eleone.
-Lo sé.
-¿No tienes ningún plan?
-No. Nunca pensé... Nunca pensé que esto pasaría antes de tiempo. Es muy poderoso.
-Y aún así no te rindes.
-¡Jamás!
-Deberíamos huír mientras podamos.
-No. Volverá. No hay nada que se lo impida.
-No podéis huír de mí.
-...tiene que haber algo...
-Ja, ja, ja... Sí, sólo hay una manera de que os deje en paz. Pero no te gustará.
-¿C-cuál es?
-No le escuches, Eleone.
-Me han mandado a por una cabeza. Sí se la doy, no os molestaré en un tiempo.
-¿U-una cabeza?
-Sí. Tan sencillo como eso.
-E-está bien.
-¿Qué? ¡Eleone n...!

Eleone invocó un pilar de Luz en torno a Madine que la aisló completamente de todo en todos los sentidos.

-Hazlo. Que sea... que sea rápido. Confío en vosotros, chicos.

Eleone se tocó el estómago sabiendo que aquella decisión se llevaría dos vidas.

-Lo... lo siento...

El Avatar de la Oscuridad reunió energía oscura delante de él en la forma de una orbe negra y cuando fue lo suficiente grande se lanzó en forma de un terrible rayo de energía segador de vidas que acabaría con la vida de Eleone.

¡BOOOOOOOOOOOOOOOOOOOM!

Medio territorio de aquel Mundo quedó hecho trizas, tal fue el impacto y el dolor que sintió el propio Mundo que el pilar de Luz que envolvía a Madine se deshizo y la Diosa Leona se llevó las garras a la cara por lo que presenciaba. La energía oscura se había disuelto y Eleone permanecía de pie tal y cómo había aceptado su destino, con los ojos cerrados y las manos en su vientre. Pero no había sufrido ni un sólo rasguño. Sin embargo a escasos centímetros de ella más alante. Finalmente abrió los ojos para presenciar aquella horrorosidad.

-A... A... A...

Abraham "protegido" por su armadura y las dos Llaves espada se encontraba justo delante de Eleone. La armadura estaba rota por tantos sitios que casi se podía ver todas las partes del cuerpo del joven a trozos, las Llaves espada también habían perdido fragmentos y el caso estaba totalmente desintegrado, pudiendo ver grandes cantidades de sangre cayendo por su cara.

-Abraham... No... No. ¡No! ¡Noooooooooooooooo!

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