lunes, 10 de diciembre de 2012

Capítulo 8: ¿Sin esperanza?

Recomiendo escuchar esta canción mientras lees:
 
 
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Eryn, Kuroi, Mickey, Sina y Tania no tardaron en volver a la torre de Yensid donde iban a preparar el hechizo para despertar el alma de Alejandro, todo con suma precaución después de lo ocurrido.
 
-Así que Alejandro había dominado la voluntad de Cyan...
-Sí, Maestro. Y Alejandro no parecía estar por la labor de colaborar.
-Eso no importa, el hechizo le obligará a hacerlo. Aún sigue siendo el Ávatar del Reino de los Corazones, por muy loco que se haya vuelto.
-¿Y por qué ha podido pasar esto?
-Seguramente fue culpa nuestra, por invocarle hace veintiocho años. No estábamos preparados ni él tampoco, seguramente corrompimos la gema y a Alejandro.
-¿Y eso ha afectado de alguna manera al Reino de los Corazones?
-Y tanto... de alguna manera ha acabado en el Reino de la Oscuridad según me ha contado Arturia.
-Arturia... ¿Y Eleone?
-Se fue a ver a Caos. La cosa no salió muy bien pero un viejo amigo al que creíamos desaparecido, ha regresado.
-¡¿Quién?!
-Keiro.
-¡¿Está bien?!
-Ya lo creo... les perdí el rastro cuando entraron en un Portal de Oscuridad, creo que planeaban hacer algo. Así que estamos solos.
-Está bien. Empezaré con el ritual.
 
Eryn desapareció en la puerta contigua del despacho de Yensid dejando al resto en silencio hasta que Kuroi lo rompió.
 
-¿Va a salir bien, Yensid?
-Sí, ¿qué vamos a hacer exactamente?
-La gema no es Alejandro, tan sólo contiene su alma. Con ella se puede invocar su cuerpo pero su cuerpo no está con él. Así que vamos a liberar el alma, sin cuerpo no podrá hacer mucho y el hechizo de Eryn crea una barrera mágica perfecta, ni siquiera el gran Alejandro podrá atravesarla.
-¿Y después le interrogamos?
-El Reino de los Corazones está en peligro. Alejandro no dudará en prestarnos su ayuda si se trata de eso. Luego le volveremos a sellar.
-Entonces no vamos a poder contar con él para hacer este trabajo...
-Alejandro ya no es un bien rentable. De hecho es posible que ya no pueda hacer su trabajo nunca más...
-¿Y eso qué significa?
-Que alguien va a tener que convertirse en el nuevo Ávatar del Reino de los Corazones.
-¿Y cómo escogemos eso?
-Oh, tranquilos, no podemos. Sólo el Reino de los Corazones puede... pero mientras esté en el Reino de los Corazones, poco puede hacer.
 
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-¿Preparada, Eleone?
-Sí.
-Vamos allá.
 
Keiro invocó una gran cantidad de Oscuridad alrededor de su cuerpo y luego la proyectó a un Portal de Oscuridad invertido, desde el que apareció aquel hombre de la coleta y la piel oscura, bastante sorprendido y algo confuso.
 
-¿Mmm? Vaya, vaya... una reunión de pipiolos.
 
Eleone no iba a permitir que se le escapara esa vez e invocando la Luz del Mundo en el que se encontraban trazó varios tentáculos de Luz que aprisionaron al Avatar de la Oscuridad.
 
-Oh, ¿qué modales son estos, majestad?
-¿Eres Tiky Joyd?
-Ah, vale, ya lo he pillado. Es un interrogatorio, ¿no?
-¡Contesta!
-Sí, sí. Lo soy. Siguiente pregunta, estoy entusiasmado, esto es divertido.
 
Eleone le miró honestamente mal por tomarse aquello como una broma poco seria y continuó con el interrogatorio.
 
-¿Qué queréis de nosotros?
-¿De vosotros? Nada, me temo. Ya os lo dije una vez, majestad. No podéis hacer nada, sólo aprovechar el tiempo que os queda. Aunque... por mis contactos, me he enterado de que no habéis aprovechado demasiado estos tres últimos años.
-¿Que no los hemos aprovechado? Nos hemos vuelto mucho más fuertes, ¡os detendremos!
 
El Avatar de la Oscuridad empezó a reírse a carcajada limpia.
 
-¿Qué te hace tanta gracia?
-Ja, ja, ja... que os habéis... ja, ja, ja... ¿vuelto más fuertes? Ja, ja, ja... no me hagas reír, majestad.
-¿Es que no ves que te he atrapado?
-No, majestad. ¿Es que vos no véis que me he dejado atrapar?
 
Todos se sorprendieron cuando los tentáculos se ciñieron sobre la nada, volvieron a perderle de vista en un mero instante aunque apareció al otro lado de la habitación totalmente libre y sin ataduras, tan tranquilo que se había apoyado en la pared y se había cruzado de brazos.
 
-¡¿Cómo?! Era... Luz pura...
-Como si eso pudiera contener mis poderes.
-Pero la Luz... puede a la Oscuridad.
-Noooo. ¿Quién os ha dicho eso, majestad? Esa idea es ridícula.
-...
-La Oscuridad y la Luz son contrarias, ninguna se puede a la otra, son como los dos platos de una balanza, mientras no haya nada que lo apoye están en un perfecto equilibrio.
-Pero, mi Luz puede...
-¿Desintegrar Sincorazón? Pero eso no es porque la Luz pueda a la Oscuridad, majestad. Eso es porque entre tu Luz y la Oscuridad de los Sincorazón no hay equilibrio. Tú eres mucho más poderosa. Tu Luz no puede a la Oscuridad por ser Luz, la puede porque es más poderosa.

Aquella explicación caló bien profundo en todos los presentes, excepto en Keiro y Bastet que ya habían aprendido esa lección en los últimos tres años.
 
-Pero yo soy más poderoso que vos y que cualquier Mundo, majestad. Vuestros poderes no tienen efecto en mí.
-¿...y entonces cómo...?
-¿...vais a pararnos? No podéis. Ya os lo dije. Pero no prestastéis atención, ¿verdad? Esto es mucho más importante que las estúpidas ambiciones de Caos y que vuestro tedioso cumplimiento del "deber". Os viene muy grande, majestad.
-¿Qué es lo que planeáis?
-¿De verdad pensáis que aunque os lo dijera tendríais alguna posibilidad de evitarlo?
-¿Vais a por las Princesas, no? Si conseguimos alejarlas de vosotros no podréis hacer lo que quiera que queráis hacer.
-Oh, bueno, eso es en parte cierto. Habéis vuelto bastante locos a los Espectros haciendo viajar de aquí para allá a las Princesas. Pero ellas no son las únicas capaces de abrir el camino al Reino de los Corazones. ¿Verdad, majestad?
-...
-Vuestra madre os lo desveló, ¿no es así?
-...
 -Vuestro silencio sólo confirma nuestras sospechas. Es verdad que durante estos tres años os perdimos la pista a algunos de vosotros pero nunca perdimos la capacidad de visión, sabíamos exactamente dónde estaríais y qué estaríais haciendo.
-Mi madre pudo vislumbrar vuestra aparición, no sabía quiénes érais ni qué planeábais, pero supo que veníais.
-¿Que pudo vislumbrar que veníamos? Esa es muy buena viniendo de Arturia. Majestad, la única razón por la que vuestra madre supo que veníamos era porque nosotros quisimos que lo supiera.
-¡¿...?!
-¿Y entonces por qué...?
-Ja... Porque ella era a quién necesitábamos para abrir la Puerta de la Oscuridad. Pero se suicidó. El único que ha hecho algo de verdad por enfrentarse a nosotros ha sido Caos. Qué pena que sea tan difícil de convencer, ¿verdad, majestad?
-...no...
-¿Mmm...?
-...no he...
-No os oigo, majestad.
-¡No me he entrenado tres años para que todo acabe sin que podamos hacer nada!
-Supongo que no... no lo habéis hecho por eso, pero la esperanza es difícil perderla. Dime, Keiro...
-¿...?
-¿Por qué estás con ellos? Fuiste uno de los pocos de los nuestros que conseguistéis llegar al Reino de la Luz. ¿De verdad piensas que el Reino de la Luz te aceptará eternamente?
-Ya lo está haciendo.
-Pero no del todo, ¿verdad? Aún sientes esa asquerosa repulsión a la que tienes que enfrentarte noche y día.
-...
-Sólo has conseguido volverte más poderoso que esa repulsión. Pero nunca se ha ido. Y seguirá ahí por siempre.
-También siento como esa repulsión se vuelve más débil cada día.
-¿Y de verdad piensas que es porqué te está aceptando?
-¡...!
-Sois demasiado optimistas.
-¿Qué quieres decir?
-Ya os he contado suficiente, me temo. La única cosa que sigue poniéndose en nuestro camino son los Dioses Oscuros y Caos, pero sé que haréis lo correcto y los eliminaréis por nosotros, ¿verdad, majestad? Sólo de pensar en esas cosas estar sueltas por aquí os da náuseas, ¿no es así?
-...no lo haré...
-¿Entonces dejarás que Caos destruya el Reino de la Luz?
-¡Le dentendremos antes de que invoque a otro!
-Bien, bien, perfecto. Veo que vais viendo tu papel en esto.
-¡...!
-Mejor que se queden allí. Me temo que estáis atrapados de pies y manos. Si no permitís que Caos traiga más Dioses Oscuros no le tenemos que temer más y si lo permitís y les destruís, nos habréis hecho un enorme favor. Es tan divertido pensar que al final el propio Reino de la Luz se está destruyendo a sí mismo.
-¿Por qué no le destruís vosotros?
-No podemos... Hay algo que robó de nuestros familiares de Lufenia que le hace invulnerable a nuestros poderes.
-¡...!
-Ups, no he debido decir eso, ¿verdad? Bueno, da igual, aún así que sea invulnerable a nuestros poderes no le hace que pueda hacernos ningún daño. Nuestra única amenaza siguen siendo los Dioses Oscuros. Espero que acabéis con ellos, majestad. Antes de que lo hagan ellos con el Reino de la Luz.
 
A medida que iba diciendo las últimas palabras, el cuerpo de Tiky se iba deshaciendo en el espacio hasta que no quedó nada de él.
 
-Se ha ido...
-...
-Keiro, ¿puedes volver a invocarle?
-Sí, pero se volverá a ir. E invocarle no es algo que me salga gratis.
-Vaya...
-Eleone, ¿estás bien?
-Sí... Sí. Hace tres años me hubiera dejado intimidar por sus advertencias y me hubiese venido abajo. Pero ahora... da igual que no haya esperanzas, lucharé hasta el final, no puedo permitirles que hagan lo que les dé la gana.
 
Alexander tan sólo sonrió mientras los demás le daban completamente la razón a Eleone, iban a acabar con esa amenaza como fuera posible y no iban a hacerlo de la manera de Caos, así que el sería el siguiente.
 
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-Normalmente se necesitan cuatro invocadores para hacer esto. Pero Eryn y yo seremos suficientes.
-¿Tanto poder se necesita?
-Es Alejandro después de todo. Vamos allá, Yensid.
 
Yensid y Eryn se pusieron en el centro del altar que habían creado y poniendo la gema entre ambos empezaron a recitar.
 
-"Oh, guardián sagrado, escucha nuestras plegarias.
La Oscuridad nos ha eclipsado una vez más.
Oh, guardián sagrado, escucha nuestros ruegos.
Líbranos de las tinieblas con tu Luz."
 
Un potente rayo de Luz surgió de la gema hacia el cielo atravesando todo lo que había en su camino, la torre de Yensid brilló en millones de kilómetros a la redonda iluminando con su Luz a los Mundos cercanos. Fue entonces cuando aquella pequeña Luz surgió de la gema y Eryn la atrapó en una barrera mágica.
 
-¿Quién ha...? ¿Dónde estoy?
 
La Luz no hablaba por sí misma, sus palabras sonaban como ecos en los Corazones de los Elegidos.
 
-Iremos directos al grano, Alejandro. No hay momento para orientaciones. ¿En qué peligro se encuentra el Reino de los Corazones?
-¿Peligro? Habláis de "ese peligro", entiendo. Por vuestra culpa, mocosos, no puedo protegerlo.
-¿Mocosos?
-Creo que se refiere a mí.
-¿Yensid?
-Por lo que hicimos hace veintiocho años. La manera en la que invocamos a Alejandro es lo que ha hecho que hoy en día esté así.
-¿Así? Mi poder está envuelto en tinieblas y dolor. Ya no puedo cumplir mi trabajo.
-Pues deja que nosotros lo hagamos. ¿Qué es lo que pretenden hacer?
-¿Y por qué iba a decíroslo?
-¿Sabes lo que soy no? ¿Para qué fui creada?
-...una Princesa... sólo eres una llave, nada más. Tu trabajo no es más que ése.
-Puedo hacer mucho más, también soy una Elegida.
-El trabajo de los Elegidos no es salvaguardar el Reino de los Corazones.
-¿Entonces cuál es?
-No sabéis nada. Y nunca lo haréis.
-¡Habla! Por favor...
-Yo era vuestra única oportunidad y cuando cai les dejastéis el camino libre. Estáis sentenciados como yo.
-¡Maestro, esto nunca fue una buena idea! No vamos a hacerle hablar.
-Mmm... Van a por el Reino de los Corazones entonces, ¿no? Para eso quieren a las Princesas.
-Se supone que entonces se encontrarían conmigo y haría lo necesario para evitarles su trabajo, pero ya no puedo.
-¿Qué puede haber en el Reino de los Corazones que tanto quieran, Yensid?
-No sé... Pero esta conversación ya no tiene más sentido. Rompe la conexión, Eryn.

Con un comando la invocación terminó, la Luz volvió a guarecerse en la gema y la barrera mágica se rompió.
 
-Deberíamos investigar esto en más profundidad...
-¿Para qué sirve el Reino de los Corazones, Yensid?
-Es de donde proviene toda la Luz, cuando alguien nace su Corazón es formado con la Luz del Reino de los Corazones. Y cuando morimos, vuelve a él.
-Es como la fabrica de seres vivos del Reino de la Luz, ¿no?
-Algo así.
-Mmm... espera.
-¿Qué?
-Si sólo crea seres con Corazones de Luz, ¿de dónde surgen los seres con Corazones de Oscuridad?
-Mmm... ahora que lo dices, no lo sé. No había caído en ello. Quizás... ¿exista un Reino de los Corazones de la Oscuridad?
-Eleone dijo que el Reino de los Corazones de la Luz estaba en el Reino de la Oscuridad, ¿eso significa que el otro está aquí, en el Reino de la Luz?
-No, no lo creo.
-¿...?
-El Reino de los Corazones de la Luz cayó en la Oscuridad por nuestra culpa, cuando invocamos a Alejandro. La batalla fue tan cruenta y murió tanta gente que hicimos caer el Reino de los Corazones.
-Sigue sin tener sentido, no hemos descubierto nada.
-Esperemos que Eleone haya descubierto algo mejor...

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