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-¡¿Está aquí?! ¡¿Quién?!
-¡¿Está aquí?! ¡¿Quién?!
-¡No vamos a
quedarnos a comprobarlo!
Zero levantó a
Claudia en brazos y empezó a correr seguido de su hermano, parecía que el
Elegido había recobrado las ganas de luchar del todo al ver a su protegida en
ese estado.
La habitación siguió
cayéndose y lo que quisiera que estuviera saliendo de abajo les perseguía,
corrieron por el pasillo que conectaba la sala del trono con las murallas a
toda velocidad y consiguieron salir de un impresionante salto impulsado por el
levantamiento del suelo con el que cayeron en las murallas del castillo.
-Esa cosa que nos
sigue...
-Lo siento, Zero...
-¿Claudia?
-Ahora no importa,
tenemos que llevarlo a una zona abierta, allí dentremos ventaja.
El terremoto volvió a
perseguirles y saltaron de la muralla justo antes de que ésta se viniera abajo
cayendo en la plaza de armas que había justo delante, donde se encontraban los
barracones.
-Uf... eso ha estado
cerca...
-Aún no ha terminado.
¡Aparta!
Alexander placó a
Zero y a Claudia apartándoles del camino de un enorme pedrusco que había sido
lanzado desde las murallas y cayeron los tres al suelo rodando, no tardando en
salir de entre los escombros Caos, que ahora levitaba sobre el suelo mirando a
los tres Elegidos con cierta satisfación en sus ojos demoníacos.
-¡Tú, maldito hijo de
perra!
-Zero, tranquilízate.
-¡Todo es por su
culpa!
-Ja, ja, ja... no te
preocupes, general. Deja que tu hermano se desahogue antes de morir.
-¡¿Crees en serio que
vamos a dejar que nos mates?!
-No, supongo que no.
No sé cómo habéis conseguido tanto poder en tan poco tiempo, pero no tengo nada
que hacer contra los dos juntos. Sin embargo, ya tengo lo que he venido a
buscar.
-¿...? -¿...?
Caos sonrió
desafiante y derribando la muralla del todo apareció una enorme criatura de
varios metros de altura, era pálida y esquelética, con grandes colmillos en la
boca y cuatro cuernos ostentosos, tenía cierto pelaje blanco cayéndole sobre lo
que deberían ser sus hombros y aunque su poder pudo intimidar descaradamente a
los hermanos, sintieron que estaba cansado y herido, arrastrándose.
-¿Ése es... Ánima?
-No parece estar en
todo su esplendor...
-Reíros, reíros... el
que ríe último, ríe mejor.
-Bueno, Caos,
entonces, ya que sientes que tienes la batalla ganada, no te importará que nos
preparemos, ¿no?
-¿Cómo dices?
-Ya sabes, danos
cinco minutos para prepararnos. No deberías temer nada...
-Chsss (¿Qué haces,
Alex?)
-Chsss (Sígueme el
juego, pon a Claudia a salvo)
Zero hizo caso a su
hermano y volvió a levantar a Claudia para ponerla a salvo.
-Está bien, pero sólo
cinco minutos, Ánima tiene mucha hambre.
Alexander luego se
reunió con su hermano para preparar el plan, Claudia, todavía medio
inconsciente, les oía desde el estado en el que se encontraba.
-¿Y ahora qué?
-Necesitamos un
plan... ¿sientes todo ese poder?
-¿Alguna idea?
-Ánima es mucho más
poderoso que Caos, no entiendo cómo puede dejarse controlar.
-Debe tener alguna
especie de control sobre él...
-Eso estaba pensando
yo. Quizás Ánima sólo es una criatura estúpida pero Caos le da ese punto de
inteligencia.
-Pero si le liberamos
de su control tal vez sea peor. Ahora está tranquilo y no parece que vaya a
atacar nada sin que Caos se lo ordene.
-Caos ahora sólo
quiere venganza.
-¿...?
-Acabar con los hijos
de los que le vencieron y sellaron a Ánima. Luego se irá.
-¿Y qué pretendes?
¿Que le demos lo que quiere?
-Claro que no... No
voy a dejarle que se salga con la suya, ni podemos dejar a Claudia a su merced
y mucho menos Eclissis indefensa.
-Pero sólo estamos tú
y yo...
-Tendrá que ser
suficiente. Sigue siendo una criatura de Oscuridad, tenemos al Reino de la Luz
de nuestra parte.
-¡Se acaba el
tiempo...!
Ambos hermanos
giraron la cabeza para mirar a Ánima y a Caos con cierto desaire de enfado y se
levantaron a la vez para empezar a dirigirse hacia su destino, juntos.
-Bien, estamos
listos.
-Genial. Seréis el
segundo plato del menú. ¡Ánima, acaba con ellos!
-¡GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
El enorme grito pilló
desprevenido a los hermanos que se quedaron en el sitio inmovilizados del
terror, momento que Ánima aprovechó para golpaerles repetidamente con sus
largos y delgados pero fuertes brazos.
Alexander se las
apañó para tirarse al suelo tirando consigo a Zero y esquivar los primeros
golpes, luego ambos rodaron en direcciones opuestas para ignorar el resto de
ataques.
-¡Es rápido! ¡¿Cómo
esa maldita y enorme cosa puede ser tan rápido?!
-¡Ahora no, Abraham,
defiéndete!
Los hermanos se
levantaron de un salto solo para ver como Ánima preparaba el siguiente ataque,
les observó con sus ojos y pudieron sentir un enorme poder proceder de ellos,
los dos hermanos se echaron a un lado a tiempo y observaron como los trozos de
suelo en los que habían estado instantes antes explotaban en trozos de granito
y polvo.
-¡¿Qué demonios?!
-¡¿Hizo eso con los
ojos?!
-¡Ja, ja, ja, ja!
Sólo podéis esquivar, no tenéis nada que hacer contra Ánima.
-¡Ahora, Alex!
Zero se lanzó por uno
de los flancos, parecía que mientras Caos hablaba no podía darle órdenes a Ánima,
Alexander le siguió y pudieron rodearle, Ánima iba a tener que elegir a quien
atacar mientras el otro hermano atacaba.
-¡¿...?!
Ánima, por órdenes de
Caos, eligió a Alexander al que volvió a diridir su insana ira de puñetazos
mientras Zero saltaba sobre la espalda del asqueroso Dios oscuro y le clavó su
Llave espalda en el cuello, cosa que ni siquiera inmutó a la criatura. Por su
lado, Alexander acabó volando contra el trozo de muralla cercana pero consiguió
ignorar parte del golpe gracias a una capa de energía que le rodeó. Luego Ánima,
con sus largos brazos, se quitó a Zero de encima haciéndole seguir el mismo
destino que su hermano.
-¡Ay!
-Zero, estás bien.
-Sí... aunque... ¡no
por mucho tiempo!
Ambos alzaron la
vista y vieron a Ánima empezar a acumular energía oscura en sus brazos,
lanzando dos enormes esferas de Oscuridad contra los hermanos.
-¡Mierda! -¡Mierda!
Los Elegidos
intentaron apartarse a tiempo, pero no fue suficiente, aquellas enormes esferas
iban a gran velocidad, sin embargo, de una manera que no entendieron, las
esferas parecieron chocar contra una barrera que apareció en frente de los
hermanos y fue absorbida hasta que no quedó nada. Todos se quedaron
sorprendidos, aunque el más afectado fue Caos.
-¡¿Cómo coño...?!
¡¿Quién está ahí?!
-¿...? -¿...?
Los hermanos buscaron
con la mirada a quien Caos se estaba refiriendo y pudieron ver en lo alto de
uno de los trozos de la muralla que aún se mantenía en pie a un hombre que
llevaba un gran manto como ropaje, alzaron un poco más la vista para ver que
era el hombre que se había estado moviendo por allí para ver que ya no llevaba
capucha y su rostro les era increíblemente familiar.
-¡Kuroi! -¡¿Kuroi?!
El adulto Elegido del
tiempo saltó desde las murallas ante la mirada asombrada de sus amigos.
-¿Qué... te ha
pasado?
-Ahora no hay tiempo
para explicaciones. He conseguido desviar esas esferas a otro tiempo, pero no
es algo que pueda hacer con mucha frecuencia. Así que estad preparados.
-Pero... estás...
¡mayor!
-Zero... las
explicaciones después...
-Ya le has oído,
Abraham. Nos ha salvado la vida, aprovechémoslo.
-Bueno, vale.
Caos bajó un poco de
las alturas seguido de Ánima para acercarse al nuevo trío de compañeros, el número
no marcaría la diferencia.
-No cambiaréis el
resultado por ser más, ninguno de vosotros tiene el poder suficiente para acabar
con Ánima. Os acabaréis agotando y pereciendo. Mientras vosotros os cansáis, Ánima
recupera fuerzas.
-¿Dice la verdad,
Kuroi?
-Sí, me temo que sí.
Cuanto más se alargue la batalla, menos posibilidades de éxito tendremos.
Tenemos que aguantar un poco más...
-¿Un poco más...?
¿Por qué?
-Porque nuestros
amigos ya están llegando...
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-¡Corre As, vi esas enormes esferas de energía por ahí!
-¡Corre As, vi esas enormes esferas de energía por ahí!
-¡Ya.... ah... ah...
ya voy Sina! Uff... ¡No estoy tan en forma como tú! Maldita ciudad, es como un
laberinto...
As y Sina corrían
direción el castillo desde algún lugar de Eclissis, parecía que ellos no
estaban acostumbrados a guiarse por sus calles.
-Espero de Corazón
que estén todos bien.
-¡Claro que lo van a
estar! No te preocupes, ¿vale?
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Eryn no siguió al pie de la letra las palabras de Kuroi y antes de salir de Eclissis se pasó por la torre de su Maestro al que se encontró luchando por su vida contra un pequeño ejército de Sincorazón.
-¡Maestro!
-Eryn, ya era hora.
En pocos segundos, maestro
y aprendiz consiguieron acabar con los Sincorazón y ponerse a salvo en la
torre.
-Ufff... me estaba
quedando sin poder mágico. Suerte que llegaste.
-De nada, maestro.
-¿Qué haces aquí, sin
embargo, y los demás?
-No lo sé... Eleone
nos mandó a Kuroi y a mí una misión junto a Yenid y nos separamos hace mucho
tiempo. ¿No puedes ver nada, maestro?
-No... con tanta
Oscuridad es imposible ver nada. Entonces, ¿te marchas? Pero, ¿y Kuroi?
-No... No lo sé, tuvo
que irse, no me dijo a dónde ni porqué. Me pidió que me fuera yo sola, pero
algo me dijo que me quedara un poco más.
-Y me salvaste.
Hiciste bien en seguir tu instinto.
-Ark, maestro, ¿qué
hago? ¿debería irme? Siento que... me necesitan.
-¿Es sobre las
Princesas, no?
-...
-Ya sabes lo
importante que son, Eryn. Y nadie mejor que tú debería saberlo.
-Pero...
-Sé lo importante que
ellos son para ti y por eso precisamente deberías confiar en ellos, si Eleone
te mandó esa misión es porque confiaba en ti y quería que confiaras en ella.
-Lo sé... ¿pero en
medio de esta batalla...?
-Nadie más que tú
puede tomar la decisión.
-...
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Unos cuantos minutos antes, en lo alto de una azotea Kuroi y su contraparte adulta hablaban.
Unos cuantos minutos antes, en lo alto de una azotea Kuroi y su contraparte adulta hablaban.
-Te voy a mandar diez
años en el pasado.
-¡¿Diez?!
-¿Por qué te crees que estoy tan viejo?
-Pero... ¿y tú que
vas a hacer?
-Yo ya he terminado
mi viaje, ahora me quedaré aquí a ayudar a los demás. Y dentro de diez años tú...
-Ya, ya. Yo seré el
que esté en tu lugar. ¿Qué tengo que hacer cuando llegue? Bueno, ya sabes, ¿qué
es lo que tú intentaste hacer cuando llegaste?
-Salvar a Arturia.
-¡¿Cómo?! ¿La reina
Arturia?
-Ella tiene que
decirte el paradero de las invocaciones. Esa será tu segunda tarea: Vencer y
capturar a las invocaciones. Con los años sabrás cuando tienes que entregárselas
a tus amigos.
-¿Algo más que deba saber?
-Sí, pero de ello te
irás dando cuenta con el tiempo. Debes saber que nunca, jamás, tienes que dejar
que nadie te vea. No puedes cambiar el pasado más de lo que estamos destinados
a hacer.
-¿Destinados? Estamos
haciendo esto porque queremos.
-No, Kuroi. Con el
tiempo te darás cuenta... cuando tus poderes como Guardián del tiempo
despierten.
-¿Tardarán mucho?
-Un poco. Pero no te preocupes. Todo saldrá bien
-Un poco. Pero no te preocupes. Todo saldrá bien
Finalmente el Kuroi
adulto abrió un portal mágico, al otro lado se podía ver lo mismo pero un poco
menos... antiguo.
-Ánima está a punto
de ser liberado, tengo que ir a ayudarles.
-Claro, lo entiendo.
Supongo que dentro de diez años seré yo quien tenga que decir esas palabras.
-Cuídate, Kuroi.
-Y tú cuida de
nuestros amigos...
Kuroi entró en el portal que se cerró detrás de él.
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